martes, 14 de septiembre de 2010

La masividad durmió al reggae, hay que despertarlo

Hoy en día en el recreo de un colegio privado de zona norte que sale 3 mil pesos por mes, los chicos y chicas vestidas con su uniforme pasan el tiempo escuchando Dread mar I en su celular. Hoy en día un grupo de amigas de Recoleta, antes de salir a un boliche en su departamento de infinitos pisos escuchan algún tema de Nonpalidece o Los Cafres. Hoy en día en el río, al aire libre un grupo de personas, mientras toman mate y charlan pasan el rato con Resistencia de fondo, o mejor aún con un poco de Peter Tosh. Hoy en día el reggae esta masificado. Y eso no le hace bien.
La gente aquí en Argentina que escucha el buen reggae, el verdadero reggae, no es tanta como parece. El nacimiento de bandas que no varían su estilo, y que por medio de sus melodías pegadizas y voces dulces y afinadas han logrado acaparar la escena del reggae local tampoco le hace bien. El reggae cuando suena busca dejar un mensaje, una enseñanza, busca trasmitir valores, y a esta gente le entra por un odio y le sale por el otro. Después de escuchar un tema, en lugar de reflexionar un poco ya están pensando: como me quedará esta camisa roja con el pantalón violeta? Que me pongo ,escote o remera apretada? Y eso así no va.
Hoy en día hay bandas de Buenos Aires que llenan el Luna Park o el Gran Rex. Y eso está buenísimo. Lo que no esta buenísimo es con la gente que lo llena. Sería bueno que las personas que va a disfrutar de un recital masivo sean esas sobre la cual el verdadero reggae habla. A la que los grandes autores apuntan (si es que apuntan a alguien, que no lo creo). La gente verde, la gente de la naturaleza, del amor al prójimo, de la generosidad, humilde, con mucha bondad. Esa gente.
Hoy en día a un pibe de 20 años que vive en San Isidro y acaba de empezar la facultad que sus padres le pagan con o sin mucho esfuerzo le preguntas si le gusta el reggae, te contesta que si. “Fui a ver Dread Mar I al Gran Rex, estuvo genial, todos re buena onda. No sabes que bien canta Mariano, me hace acordar a mi ex novia que la extraño” dice con una papa en la boca, anda hueco!! Y por que fue a ver a Dread mar I otra vez en un teatro de Martínez piensa que es fan y por eso se empieza a vestir medio hippie y se compra la mochila de Bob Marley. El reggae es otra cosa, el reggae es protesta, es amor a la tierra, es hermandad, defensa de la propia cultura. Y esa masificación, vuelvo a repetir, le hace muy mal. Lo esta destruyendo, destruye sus raíces, su sentido, distorsiona su mensaje. Y la mala masificación es aún peor ¿Por que entonces el reggae jamaiquino, el original no es masivo acá? En un recital, por ejemplo, de Israel Vibration encontras la gente que vale la pena, la gente a la que este ritmo esta dirigido. El otro día vino Rico Rodríguez, y tocó con Dancing Mood en Niceto, ¿Por que no llena 18 Luna Parks y solo llenan un Niceto si musicalmente son excelentes y trasmiten lo que su música les pide que trasmitan.?
Y lo que digo no es una cuestión de gusto. Yo no digo esto por un gusto propio. Es la verdad. Las bandas locales masivas, son divertidas para escuchar un rato, pero al tercer tema que suena igual y me habla de Jah Love o de Lady te extraño quiero tirar el equipo de música por la ventana. Por favor, despierten!! , un poco de originalidad, un poco de variación, de utilización del alfabeto, de imaginación para que el reggae no caiga en lo que esta cayendo.

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