Por un lado aquellos fanáticos extremistas, esperan todo un año para acudir al festival. Llegan por la mañana y se van por la noche luego de haber escuchado a casi todas las bandas y descansado muy poco. Hay otros que pasan una parte del día solamente, debido al cansancio que les genera una jornada entera con el volumen al máximo, y tener que estar parado más de 5 horas seguidas. Y finalmente, la mayoría, que concurre a cierto horario a disfrutar de una o dos bandas en particular que son de su agrado.
Pero por otro lado se encuentran aquellos que están en contra de estos festivales. Sus motivos? Precio de las entradas, el poco tiempo que tocan las bandas, la cantidad de gente, las instalaciones, el sonido. Todo eso genera que haya un gran numero de personas no se acerquen a disfrutar quizá de un grupo que les gusta. Ejemplo: un seguidor de un grupo “under” de Argentina, tiene que pagar alrededor de 100 pesos para escucharlo por que comparte escenario con una banda internacional, además solamente tocará 30 minutos y habrá gente que no les gusta ese grupo y que espera por la otra banda. Por ende esta callada, seria y no aportan nada al espectáculo. Es por eso que prefieren acudir a las fechas que la banda toque en soledad y más tiempo, y el precio de las entradas sea una cantidad acorde.
Otro de los motivos es la mala organización. Los horarios de comienzo de recital nunca se respetan en estos espectáculos. Eso hace que las esperas sean interminables y por ende el malhumor y cansancio aumente.
Se acerca el Pepsi music, quizá es espectáculo mas importante del año en lo que se refiere a juntar distintas agrupaciones y dividirlas en diferentes días según el estilo de música. Esperemos que la organización sea buena, que el precio de las entradas no sea un disparate, y que lo que artísticamente se ofrezca sea interesante, genere expectativas y cumpla con los deseos de los fanáticos que compre su ticket.
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